Industriales: Todos aquellos que se generan o provienen de un proceso fisicoquímico, en los cuales está involucrado la adición de productos químicos tales cómo coagulantes y floculantes; y estos se caracterizan por tener una concentración más alta de sólidos, grasas y aceites.   

Los residuos industriales pueden ser peligrosos en algunos casos debido a la presencia de sustancias tóxicas o contaminantes. Algunos residuos industriales requieren una gestión especializada y el cumplimiento de regulaciones ambientales estrictas. 

Sanitarios: Son todos aquellos que se generan o provienen de un proceso biológico ya sea de un sistema de lodos activados, una aireación extendida, sistema de SBR (Sequencing Batch Reactor), sistemas MBR (Membrane bioreactor), etc. Los cuales cuentan con una concentración máxima del 2%. 

 Los residuos sanitarios a menudo son peligrosos debido a la posibilidad de contaminación biológica. Requieren una gestión especializada para prevenir la propagación de enfermedades y proteger al personal de salud y el medio ambiente. 

Municipales: Similar a los residuos sanitarios, a diferencia que se suelen mezclar los residuos primarios con secundarios, generando un tipo de lodo mezclado. 

En general, los residuos municipales no son tan peligrosos como los residuos industriales o sanitarios, pero aún pueden contener materiales no deseados o contaminantes, como productos químicos. 

La principal diferencia entre estos tres tipos de residuos radica en su origen y composición, así como en los riesgos ambientales. Cada tipo de residuo requiere un enfoque de gestión específico para minimizar su impacto negativo en el medio ambiente.